¿SONATA DE OTOÑO?

Siento un gran desazón al comprobar que lo que nos debería unir, nos separa y que todo lo que se realiza sobre estos temas no se Imagenacerca más a la realidad que enfrentarse a un sudoku o un crucigrama. La cabeza trabaja, pero no va más allá que a cerrar el periódico y volver a prestar atención a la tele.

Todos sabemos donde estamos y a qué queremos pertenecer y sobre a todo, a dónde queremos llegar. Por que si lo conseguimos, esto sería el Parlamento Europeo, la Revolución pertenecería a los de abajo, que también es lo que queremos, digo a los de abajo porque colocar a parlamentarios de nuestro signo a contra marea y contra administración es un logro del votante y relevante.

Ahora llega uno y dice que hay que erradicar Bruselas, otro que Franco debería estar vivo entre nosotros, otros que Tejero debería tener 30 años menos. Y saben lo que pienso, que estos tipos son unos iluminados y quieren vivir del cuento. No Tejero ni Franco, sino estos tipos que tienen unos dos mil seguidores y les basta con ellos. O ese párroco, el Sr, Calvo, que tiene contenta a su parroquia de tres alcahuetas. ¿Así queréis sacar votos?

¿Pues sabes lo que diría Franco y seguro que dice Tejero?. -Que os saquéis las castañas del fuego, que ellos o lo hicieron o lo intentaron. Y alguno hay de los que tienen morriña, morriña de no llevárselo -calentitos- ellos, de los buenos tiempos en que vivían bien y ahora no tanto. Y así nos va, que no cree nadie en ¿nosotros?-vosotros.Imagen

¿Cuántos grupúsculos somos? Y sobre todo, aunque me contradiga totalmente por lo que he puesto al principio, ¿quiénes somos realmente? ¿Sería un nacionalsocialista -de los de verdad, no punks de los 90′- bien acogido y viceversa por uno de extrema derecha? ¿Qué quiere SOLUCIONA y otros grupos, volver a la peor España de sacristía y pandereta? con el daño que se le hizo, de hecho, en esta jamás hubo un verdadero fascismo desgraciadamente por culpa de la iglesia, que se hizo defensora de la burguesía capitalista, prima hermana de la de ahora. Una cosa son valores cristianos, que son nuestros, como nuestros padres, y otra cosa es ser mayor de edad y funcionar en la vida por cuenta y riesgo.

O cambiamos, o somos y vamos a seguir siendo el hazmerreír de Europa. No podemos jugar al fascismo verdadero y a los tres minutos convertirnos en un capitalismo de tiburones. O si queremos un nacionalsocialismo de verdad y del siglo XXI. Aquí no se va a Imagenhacer ninguna mamarrachada ni se va a llevar a nadie al «paredón». Aquí se van a hacer leyes que ayuden a los europeos y por ende a los nacidos en sus respectivos países. Y es posible que tengamos algunas injustas, pero necesarias para el vivir de un pueblo, un pueblo nuevo que pide a voces que se le escuche por alguna ranura del desquebrajado cerebro de nuestros dirigentes. Pero ya no hay marcha atrás. No queremos a los dirigentes estos europeos. Queremos algo nuevo, moderno. Lo caduco, caduco está. Y es que íbamos para quijotes y nos quedamos en bradomines, con todos mis respetos a Inclán.

Sé que mezclo muchos términos, no es lo mismo el nostálgico, el fascismo y el nacionalsocialismo, es un pensamiento generalizado. Imagen

¿Quién se beneficia de todo esto? Pues el PP. ¿Preferimos el PP al PSOE? Ahí está la cuestión. Esto es veneno y ahí está la clave de la desunión y un 90% del fracaso. Porque aquí nunca ha habido fascismo ni por supuesto nacionalsocialismo. En todo caso hay que crearlos, y los nostálgicos, normalmente no aportan nada nuevo.    G.R-M.

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4 comentarios en “¿SONATA DE OTOÑO?

  1. El problema del que creo que pecan los grupos de «extrema derecha´´ es la imagen. Representan a una España de ayer que muchísimas personas rechazan «de facto´´. Últimamente sigo tu blog y el de que nos ocultan. Este último me ha sorprendido por la cantidad de datos que aporta acerca de la segunda guerra mundial y el nacional socialismo de Hitler, y de como (supuestamente, pues a día de hoy ya no se en que creer) se ha demonizado a este. También he visto debates de Manuel Canduela y si es cierto que dice verdades como puños, hay ciertas cosas que no comparto y a sus seguidores le pierden las formas. Por eso creo que sería necesario reformar a estos partidos y hacerles un lavado de cara, para que pudieran tener una opción real en unas elecciones. Por ejemplo: Comparto sus tesis acerca de la inmigración; defender la identidad de tu pueblo no significa que seas racista (no odio a nadie, ni creo en la supremacía de ninguna raza. Simplemente me opongo a la imposición de un mestizaje disfrazado de solidaridad y filantropía. Pero no comparto su visión de la justicia, el habla de la pena de muerte en determinados casos, y para mí eso es equiparar al Estado a la altura del delincuente. Si abogaría por la cadena perpetua, con trabajos necesarios para la nación, pero con un trato humano. Y por supuesto si la pretensión de estas formaciones políticas es elevar el país a lo más alto, se debería enterrar de una vez el tema de la guerra civil, dando una sepultura digna tanto a los de un bando, como a los de otro que en muchos casos eran pobres trabajadores que se vieron empujados por unos y por otros a ese fraticidio. Saludos.

  2. Yo ni tan siquiera me denomino nacional socialista. Creo y defiendo la tradición y cultura de Castilla, España como casa común de todos los españoles y Europa como Imperio de Iberia a Siberia. Lo demás es anclar la retina en el pasado, que es lo que hace la casposería cada 20N. Respecto al «área», pienso que cada grupo debe trabajar con tesón y el que supere la criba de la Historia, que triunfe. Ahora bien, mucho cuidado con caer en la tela de araña de ciertos personajes a sueldo del Ministerio del Interior, que llevan décadas fundando y reventando partidos. Creo que todos los conocemos, de la misma manera que conocemos lo que es un proyecto patriota, social y revolucionario y lo que no dejan de ser nostalgias franquistas y post franquistas. Un saludo.

  3. Yo jamás me he identificado con la derecha ni con la extrema derecha. Si, ppor el contrario por un partido como el NSDAP despojado de innecesarios racismos, abierto a la realidad que creo que es lo que hace falta. Las lecciones de la historia están claras, los cambios de sistema son atacados inmediatamente (Hitler) o usurpados desde dentro (Lenin) por la alta finanza, por tanto resulta imposible no perder de vista que cualquier política que beneficie al pueblo se tiene que producir en un país con capacidad de subsistir a un boycot comercial y dotado de armas disuasorias, de los que quedan pocos. La otra enseñanza es del tiempo de Hitler, llegada legal al poder por medio de las elecciones y pacto social (sino ?como se llega y mantiene el poder sin ser infeudado inmediatamente por la finanza o verse abocado a acudir al gulag?) severo y vigilante con los intreses de ciertos individuos con tendencia a la traicion (a izquierda y derecha). Nada facil.
    En la web de un carcelero filósofo catalán de infausto recuerdo se ha comentado recientemente que Hitler traicionó al pueblo en favor de la casta católica e industrial. Está claro que no se han leido el programa de gobierno por el que se ganaron las elecciones, que no contemplaba una revolución bolchevique. Lo más decepcionante de estos mentirosos es que alegan que Hitler lo tenía facil, ya que el ejercito estaba por el descabezamiento de la burguesía, pero su catolicismo le llevó a traicionar al pueblo. Está claro que su capacidad de mentir es infinita ya que la aristocracia militar aún confabulaba con revolverse hacia Berlín cuando se dieron ordenes de iniciar la campaña de Francia. Hay mucho loco mesiánico «de izquiedas» ultimamente por estos lares, además de la habitual caspa derechista, lo mismo son.

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