En un mensaje a este blog, un judío insultaba a mi madre y me (nos decía), que por estar en contra del sionismo, prefiero a los árabes, y que por esta razón, nos iban a penetrar como a las cabras del desierto. Yo le contesté, que ni árabes, ni musulmanes ni judíos para Europa, que no queríamos a ninguno de los descendientes de Sem (los judíos lo consideran una figura histórica, del cual ellos mismos serían descendientes, al igual que los árabes), que mejor no hubieran salido nunca del desierto ambos grupos.
En realidad, nunca me he considerado antisemita, sino antisionista, pero este sujeto me ha abierto los ojos. Está claro que el futuro de Europa está lejos del islamismo, sea radical o moderado (uno puede pasar de un lado a otro dependiendo en qué circunstancia se dé una realidad).
Y mucho menos (o tampoco) del judaísmo. Que es sinónimo de radicalidad por un instinto de supervivencia ancestral. Y no me refiero a “holocaustos
demoníacos” sino vivir en países o estados para hacer de la usura su plan de avaricia y estar allí el más tiempo posible antes que alguien de la voz de alarma. Recuerdo que ellos son antes judíos que cualquier otra cosa. En realidad no tienen una nacionalidad espiritual.
Este judío, me (nos) quería dar a entender y no entendía tal entendimiento y postura, que en Europa no vemos al sionismo con buen ojo, y que con el que resta, tampoco vemos bien al “Islam”. Lo políticamente corrupto, digo correcto, nos quieren hacer ver otra cosa.
Y es que la palabra antisemita entonces tiene y se le debe dar una modernidad absoluta que nosotros no hemos buscado, el lenguaje es profundamente humano y las palabras crecen con los hechos, y los hechos son lo que son o han querido que sean.
Todo esto es muy triste. Si el Islam intentara “arrasar” Europa, evidentemente habría que unirse a los judíos, pero estos son tan dañinos al mundo que si se dan cuenta, quitando a Irak, estas primaverales revoluciones, se dan sólo en los supuestos enemigos de Israel.
Y miren cómo están esos países en estos momentos con anuencia de EE.UU. Ahora hay manos libres contra Irán. El próximo en caer será el país de los persas. El sionismo (masonería judía con base en Norteamérica) tiene ya el plan cerrado a medio plazo, mientras Europa y el mundo conocido es manejado por judíos, (esto parece de película, pero investiguen, ¡fuera la venda de los ojos!). Véase como ejemplo la familia Rothschild.
La palabra antisemita tiene un nuevo hueco en la Europa del siglo XXI. Ya no soy antisionista. Ahora seré antisemita. Sin violencia, como no podría ser de otra manera. Con leyes bien articuladas y para los europeos, que estos políticos de la Unión Europea, jamás nos darán, pues “comprados” por las altas finanzas (que manejan los judíos) y acomplejados por los huecos eslóganes del buenismo, el islam se instala en Europa haciendo el efecto sándwich. Los poderosos con la esperanza-arribista por arriba (sionistas) y los desheredados con la ingratitud-pesebrera por abajo (islámicos)
nos aprietan y las rebanadas se empapan con nuestro jugo, para luego a bocados, dejarnos sin fuerza para pensar y actuar.
Europa debe ser antisemita. El tiempo y “vuestros” actos lo determinará.
G.R-M