LA INDESCRIPTIBLE CERTIDUMBRE O VICEVERSA (Escritura autodescompulsiva)

He llegado a la conclusión de explicar el por qué de este blog. Es muy sencillo. Dar a una ideología la misma oportunidad que a las demás.

Que uno piense como yo, se pueda sentar en una mesa y no lo tilden de lo peor e incluso lo inviten a marcharse*. Es la única ideología política del mundo que aún sigue prohibida en muchos estados y en casi todos los ámbitos de las sociedad. Thule

Dar normalidad y expresión a un tema reprimido por las augustas majestades de lo correcto políticamente hablando. Y dar brazo libre a una parte del cerebro acorralada sin más explicación que la muerte antes de nacer.

Y esto acarrea un vacío intelectual de largo imperceptible cuanto más dañino no por el acto de prohibir sino por no alcanzar a saber que un miembro de un cuerpo crece y lo amputas o lo reprimes con «camisa de fuerza».

Más es el daño que puede provocar en la sociedad, que en el individuo que profesa esa ideología, pues fue creada para aquella y seccionas una parte del futuro de una militancia en cuestión. Individualmente no tiene cabida el sufrimiento o la coacción de un punto muerto a conciencia de una paralización de un estado de ideas comunes, pero sí, si esta idea es patrocinadora para muchos o pocos (que juzgue la historia y esto es futurible, con o cual no hay derecho en contra) de conceptos que hacen o pueden hacer avanzar una sociedad en un determinado momento de la historia.

No se puede cercenar la Historia, y con ella el pensamiento del hombre a gusto de modas imperantes. Es una censura mayor de la que puede traer cualquier ideología o, al modo de los conglomerados de los mass media, comprimidos al máximo en un punto en común y dirigidos hacia ese centro de la diana.

En esta no sólo está ese centro, sin los círculos concéntricos de esta no habría juego ni competición. Y este es el dilema, se tiran dardos con una diana distorsionada y verticalizada rectangularmente.

Y este no es el juego de la política. Es el del dardo sin retorno, un dardo envenenado. Sólo si no aciertas en el centro.

Y el centro, en este caso, se ha alejado del pueblo. O viceversa y conversa sin verbo y preconiza el estado de opinión, o lo que es lo mismo, no hay otra opción (no sólo la que predigo) de rasgar los telones que marcaron las pautas que no dejan ver el rostro y sus aristas del pensamiento a que el ciudadano (antes pueblo) puede elegir para lanzar el dardo de sus esperanzas.

Normalizar un legado de nuestra inconsciencia (por fuerza mayor) de la verdadera tercera vía que fue cerrada al tráfico: el Socialismo Nacional.

Y los trenes no dejan de pasar, pero ¿Cuál es el tuyo?: El de la trayectoria del dardo que no va dirigido al centro pero sí a la diana (grandes espacios) aun rompiendo y rasgando todo lo que se ponga por delante.

Y siempre, una sonrisa… Et in Europa ego. Maria_Orsic

*Una vez me apearon de un taxi (hace tres años) tanto mi amiga interlocutora que me acompañaba como el mismo taxista por comentar que mi ideología era Socialista Nacional. Orgulloso, y con dos palmos de narices anduve el tramo que ansiaba rodar hasta mi casa. En otras tengo que cambiar el tema (si ha salido el de la política) porque siempre sale a colación los millones de muertos, cuando al lado hay sentado un comunista (con sus millones de muertos, que nadie se acuerda) y un demócrata (con sus millones de muertos en nombre de la «libertad»).

G.R-M.

1 comentario en “LA INDESCRIPTIBLE CERTIDUMBRE O VICEVERSA (Escritura autodescompulsiva)

  1. Texto completo del debate parlamentario celebrado el 23 de marzo de 1933 en la Opera Kroll (ya había ocurrido el incendio del Reichstag) entre el Canciller Adolf Hitler del NSDAP y el líder del SPD Otto Wels

    Antecedentes

    En las elecciones de noviembre de 1932 los nacionalsocialistas contaban con un 33.1 por ciento de los votos y 196 escaños, seguidos por los social-demócratas con un 20.4 por ciento y 121 escaños y los comunistas con un 16.8 y 100 escaños. Aun siendo el partido más fuerte, sólo recurriendo a una serie de coaliciones, podía lograr la decisiva mitad más uno. Por ello se convocan nuevas elecciones el 5 de marzo de 1933 que arrojan el siguiente resultado: 43.9 por ciento con 288 escaños para los nacionalsocialistas, seguidos por los social-demócratas con 18.3 por ciento y 119 escaños, y los comunistas con un 12.3 y 81 escaños. Véase que tanto en noviembre de 1932, como en marzo del 33, la unión de comunistas y socialistas, siempre resultaba inferior a la unión de nacionalsocialistas y nacional-alemanes que en diversas ocasiones habían actuado conjuntamente.

    Los nacional-alemanes sacaron un 8 por ciento de los votos y 52 escaños, así pues, la coalición nacionalsocialista tenía el 51.9 por ciento. Sin embargo la ley de plenos poderes exigía las dos terceras partes del Reichstag, lo cual logró Hitler con este discurso a la réplica del diputado Wells. Siendo apoyado también por la mayoría de los católicos del centro.

    DIPUTADO SEÑOR WELS,

    Señoras y señores:

    La petición que sobre política exterior ha expuesto el señor Canciller del Reich la subrayamos desde un principio (¡Muy correcto!, entre los social-demócratas). Aún puedo permitirme en este asunto el que, como primer alemán ante un fórum internacional, he hablado en contra de la mentira de la culpabilidad de Alemania en el estallido de la guerra mundial, el 3 de febrero de 1919 en la Conferencia de Berna (¡Muy correcto!, entre los social-demócratas).

    Nunca habríamos sobrevivido de no representar a las exigencias de la nación alemana ante otros pueblos del mundo (¡Bravo! entre los social-demócratas).

    El señor Canciller dijo una frase ayer en Postdam, que nosotros queremos también subrayar: De la absurda teoría de los eternos vencedores y vencidos, surgió la absurdidad de las reparaciones y así llegó la catástrofe del mercado mundial.

    Esta frase es válida para la política exterior, pero no es menos válida para la política interior (¡Muy correcto! entre los social-demócratas). También aquí es absurda la teoría de vencedores y vencidos. Y esta frase, señor Canciller, nos recuerda a otra que fue pronunciada en una reunión nacional el 23 de junio de 1919. Entonces se dijo: Estamos desarmados. Pero estar desarmados, no significa estar deshonrados (Exclamaciones entre los social-demócratas). El contrario nos quiere deshonrar, de esto no hay duda. Y en esta tragedia no se desmoronará nuestro honor, sino que aguantaremos hasta el último aliento (¡Muy correcto! entre los social-demócratas.
    Gritos de los nacionalsocialistas: («¿Quién ha dicho esto?»). Esto está escrito en una aclaración que un régimen de socialdemócratas dio en nombre del pueblo alemán ante todo el mundo, cuatro horas antes de que callaran las armas, para evitar el avance de los enemigos.

    Esta frase del Sr. Canciller del Reich, es un añadido valioso, pues de una paz forzada no sale ninguna bendición (¡Muy correcto! entre los social-demócratas). En el interior todavía menos (¡Muy correcto! entre los social-demócratas). Una verdadera comunidad popular no puede basarse en esto. Pide igualdad de derechos.

    El régimen se puede proteger ante la crudeza, puede con dureza evitar actos brutales. Esto pasaría si para todos fuese justo y sin partidismos, y si se deja de tratar a los contrarios perdedores como proscritos (¡Muy bien! entre los social-demócratas).

    Libertad y vida, se nos pueden quitar, pero el honor, no. (Exclamaciones entre los social-demócratas). Después de la persecución que ha sufrido el partido socialdemócrata en los últimos tiempos, nadie puede pedirle ni exigirle que vote a favor de la ley aquí presentada.

    Las elecciones del 5 de marzo le han dado la mayoría a los partidos del régimen, y con ello le han dado la posibilidad, según la palabra y el sentido de la constitución, de gobernar. Pero donde existe esta posibilidad, debe también existir el deber (¡Muy correcto! entre los social-demócratas). La crítica es sana e imprescindible. Nunca, desde que existe el Reich Alemán, ha sido anulado el control de los asuntos públicos, por los representantes del pueblo, como ha pasado ahora (¡Muy correcto! entre los socialdemócratas). Y esta nueva ley, todavía lo anulará más.

    Un poder tomado así por un Gobierno es muy grave, ya que también quita la libertad de expresión a los periodistas.

    Señoras y señores: La situación de la Alemania de hoy está expresada en colores horrendos. Y, como siempre, no faltan multitud de exageraciones. En lo que a nuestro partido respecta, declaro aquí: No hemos pedido intervención a Paris, ni hemos sacado millones hacia Praga, no hemos llevado noticias exageradas hacia el extranjero (¡Muy correcto! entre los social-demócratas). Enfrentarse a estas exageraciones sería más fácil, si en el interior del país existiera un periodismo que supiera distinguir lo verdadero de lo falso (exclamaciones entre los social-demócratas). Mucho mejor sería, si con buena voluntad, pudiésemos afirmar que la seguridad fuese recuperada nuevamente (Exclamaciones entre los social-demócratas). Esto, señores, depende de ustedes.
    Los señores del Partido Nacionalsocialista, denominan a su movimiento como una revolución nacional, no una revolución nacionalsocialista. La relación de su revolución hacia el socialismo, se limita ahora al experimento de destruir al movimiento social-demócrata (Aplausos).

    CONTESTACION DE HITLER AL DIPUTADO WELS
    (Señalando con el dedo índice a los escaños social-demócratas).

    Tarde venís, pero venís (Exclamaciones entre los nacional-socialistas). Las teorías que acaba de expresar usted, señor parlamentario, han llegado un poco tarde para la historia universal (risas entre los nacionalsocialistas). De haber llevado a la práctica estas propuestas, hace algunos años, se hubieran ahorrado las quejas de hoy.

    Ellos dicen que la social democracia subraya nuestro programa de política exterior, que niega la culpabilidad de Alemania en la guerra y que se levanta contra las reparaciones. Ahora quiero hacer una pregunta. ¿Dónde estaba esta lucha cuando tenían el poder en Alemania? (¡Muy correcto! entre los nacionalsocialistas). Ellos tenían entonces, la posibilidad de realizar las leyes de mercado interior. También podían hacerlo en otros campos. Igualmente hubiera sido posible darle, a la Revolución alemana que partió de ellos, la misma dirección que la Revolución en Francia y su levantamiento en 1870.

    Estaba en sus manos construir un levantamiento correctamente nacional y entonces, en caso de volver las banderas de la República derrotadas, hubieran ustedes podido decir: “Hemos hecho lo posible para evitar la catástrofe, apelando a las fuerzas del pueblo alemán” (Exclamaciones entre los nacionalsocialistas y los nacional-alemanes).

    Entonces evitaron una lucha de la que ahora quieren ser protagonistas. Ustedes dicen que carecer de armas no es carecer de honor. ¡No!, ¡No necesita serlo! Aunque estemos indefensos, no estaremos sin honor. Nuestro movimiento ha sido oprimido durante muchos años por su partido y por lo tanto indefenso, pero nunca deshonrado (Ovaciones entre los nacionalsocialistas).

    Tengo el convencimiento de que inyectaremos el espíritu del honor en el pueblo alemán y le convenceremos de que aunque esté sin defensa no está deshonrado (Exclamaciones entre los nacionalsocialistas y nacional-alemanes). Esto dependía de ellos, ya que durante 14 años tuvieron el poder (Gritos entre los socialdemócratas de “Oh No”). Ellos debían procurar que el pueblo alemán fuese un honor en el mundo.

    Dependía de ellos que el pueblo alemán, ya qué estaba oprimido en el mundo, aguantara con honor esta opresión.
    Ellos tuvieron la posibilidad de hacer frente a todos los intentos de deshonra de nuestro pueblo. La traición a nuestra patria, podía haber sido evitada por ellos tal y como lo será por nosotros (Ovaciones entre los nacionalsocialistas y nacional-alemanes).

    No tienen ningún derecho a atribuirse este honor, porque, cuando cualquier clase de revolución era una traición a la patria, ellos hicieron uso de ella. Y debían haber evitado que al pueblo alemán se le impusiese una Constitución según los designios del extranjero (Exclamaciones). Porque no es honroso dejarse imponer por el enemigo la política interior (Aplausos entre los partidos del gobierno). Y es más, hubieran tenido que aceptar la bandera tricolor alemana y no aquella que el enemigo lanzaba en forma de folletos (Aplausos).

    Porque es, precisamente, en un tiempo así, ante apuros y opresiones del contrario, cuando se ha de apelar al orgullo del pueblo y retornarlo hacia sus símbolos. Ellos tuvieron la oportunidad de dejar ver en la formación interior, el honor nacional ante el mundo, aunque nos hubiesen obligado a abandonar lo más sagrado para nosotros.

    Ustedes no comprendieron esto.

    Y ahora piden ustedes igualdad de derechos. Por esa igualdad de derechos, señores parlamentarios, hemos combatido durante 14 años. Por estos derechos iguales de la Alemania nacional hemos luchado contra ustedes. ¡Durante 14 años ustedes no los han conocido, pero ahora hablan ustedes de igualdad de derechos! (Aplausos).

    Dicen ustedes: No se ha de declarar como proscrito al vencido. Bueno, Sr. Parlamentario, proscritos fuimos nosotros durante el tiempo que ustedes gobernaron (Ovaciones entre los nacionalsocialistas. Frases en contra de los socialdemócratas. El Presidente del Reichstag Göering, grita: ¡Severing!).

    Ustedes hablan de persecuciones. Creo que hay muy pocos entre nosotros que no hayan pagado con la cárcel las persecuciones de vuestra parte. Hay pocos entre nosotros que no tengan el rastro de múltiples opresiones por vuestra parte. Y fuera de nosotros, los aquí presentes, conozco una legión de centenares de miles que estaba expuesta a un sistema de persecuciones que la denigraba con villanía. Parecen ustedes haber olvidado por completo que por muchos años se llego a arrancarnos la camisa porque no les gustaba su color pardo. (Gritos entre los nacionalsocialistas).

    Quédense, por favor, en el campo de la realidad. Hemos crecido gracias a sus persecuciones. Y ahora Vd. dice que la crítica es constructiva. Por supuesto que el que ama a Alemania tiene derecho a criticarnos, pero quien adora a la Internacional ese, no nos puede criticar. (Aplausos).

    También aquí llegan demasiado tarde, señor parlamentario, pues lo sano de la crítica lo tendrían que haber visto en su día, cuando nosotros estábamos en la oposición.

    Entonces no se les ocurrió esa frase, sino que entonces fue prohibido nuestro periodismo, prohibido y otra vez prohibido, prohibidas nuestras reuniones y nuestros discursos, durante años, y ahora dicen, la crítica es constructiva (Risas entre los nacionalsocialistas. Gritos entre los socialdemócratas. El Presidente del Reichstag Göering toca la campana y dice: no griten y escuchen).

    Lamentan ustedes que el mundo no se cerciore de realidades que pasan en Alemania, como que todos los días se entreguen a los cementerios israelitas de Berlín cadáveres despedazados. Lamentan ustedes esta campaña de calumnias y ambicionan dar honor a la verdad. Señores parlamentarios, a vuestro partido, con sus vínculos internacionales, debería ser muy fácil propagar la verdad en sus diarios que aparecen en el extranjero (Aplausos). Lean ustedes los periódicos de estos días de vuestros hermanos social-demócratas de Austria, a quienes nadie impide hacer el reparto de la verdad (Gritos de los social-demócratas).

    Tengo curiosidad de ver hasta qué punto llega el poder y la eficiencia de vuestros vínculos en el exterior (Risas entre los nacionalsocialistas. Interrupciones de los social-demócratas), quieren dejarme hablar, por favor;… yo no les he interrumpido.

    He leído su periódico del Sarre, señor parlamentario, y en esa hoja no se hace más que traicionar a la patria, señor parlamentario Wels (gritos de los nacionalsocialistas).

    Siempre intenta enfrentar a Alemania con el extranjero (gritos de tos nacionalsocialistas), y poner a nuestro pueblo en una difícil situación con esas mentiras.

    Ustedes hablan de seguridad deficiente del derecho. Yo también he visto la Revolución de 1918 y debo decirle que si no tuviésemos sentido del derecho, nosotros no estaríamos sentados aquí, ni lo estaría usted (¡Bravo! entre los nacionalsocialistas).
    Ustedes han atacado a los que no les han hecho nada (Aplausos). Nosotros nos contentaremos con atacar a los que por espacio de 14 años nos han perseguido y vejado (¡Muy Correcto! entre los nacionalsocialistas).

    Usted dice que la revolución nacionalsocialista no tiene nada que ver con el socialismo, sino que únicamente consiste en perseguir a los únicos pilares del socialismo en Alemania, la SPD (risas entre los nacionalsocialistas). Ustedes son débiles, señoras y señores, no están hechos para los días de hoy, y ahora hablan de persecución, pero… ¿Qué les pasa? No están acaso, aquí sentados y nosotros escuchando sus discursos (¡Muy bien!, entre los nacionalsocialistas). ¿Quién les ha perseguido hasta ahora? Ustedes dicen ser el único soporte del socialismo. Ustedes han sido el soporte de aquel socialismo misterioso, que el pueblo alemán nunca vio ni disfrutó en realidad (¡Muy bien! entre los nacionalsocialistas).

    Ustedes hablan de lo que tienen previsto, pero en sus frutos ya los conocemos (Ovación entre los nacionalsocialistas).

    Si la Alemania que levantaron durante 14 años es el espejo de su socialismo, señores míos, dadnos cuatro años de tiempo para poder enseñar a lo que aspiramos nosotros (Ovación entre los nacionalsocialistas).

    Ustedes dicen que queremos derrumbar el Reichstag para continuar la Revolución.

    Señores míos, para esto no nos hubiera hecho falta convocar estas elecciones ni reunir este Reichstag. El valor para arreglarnos con ustedes de otro modo, igualmente lo hubiésemos tenido (Ovación entre los nacionalsocialistas).

    Además dicen que la Socialdemocracia no puede ser relegada porque ha protegido a la clase obrera y no a condes y barones. En todo señor parlamentario llega usted tarde.

    ¿Por qué no instruyeron en ese sentido a sus amigos Grzesinski, Braun y Severing, quienes durante años me acusaron de ser sólo un aprendiz de pintor de brocha gorda? (Gritos entre los nacionalsocialistas. Gritos en contra de los socialdemócratas. Gritos de los nacionalsocialistas: “¡Naturalmente que lo han dicho!”).

    Durante años lo han proclamado en sus pancartas (De nuevo gritos de los socialdemócratas)

    Gritos de los nacionalsocialistas. El Presidente Göering toca su campana y dice: «Ahora habla el Canciller»). Y finalmente me han amenazado con expulsarme de Alemania como a un perro (Protestas entre los nacionalsocialistas).

    Al trabajador alemán le abriremos el camino los nacionalsocialistas de lo que pide y exige. Nosotros, los nacionalsocialistas le protegeremos. Señores míos (hacia los social-demócratas): Ustedes ya no son necesarios (Larga ovación entre los nacionalsocialistas).

    Ustedes dicen que no debe decidir el poder, sino el sentido del derecho. Este sentido del derecho lo hemos intentado despertar en nuestro pueblo durante 14 años y ha sido labor nuestra, pero yo creo que después de todas las experiencias políticas que he tenido (¡Muy correcto! entre los nacionalsocialistas) el derecho sólo no es suficiente, también se ha de poseer el poder (Ovación entre los nacionalsocialistas). Y no nos confundan con el mundo burgués.

    Señores mios, creen que su estrella volverá a brillar. No, la estrella de Alemania brillará y la suya caerá (Ovación repetida entre los nacionalsocialistas) Ustedes dicen que el tiempo de la legislación socialista no ha sido interrumpido.

    Esto era en aquel tiempo en el cual el trabajador alemán no veía nada en ustedes, algo que ahora sí ve. Pero ¿por qué han olvidado estos pensamientos hacia nosotros? (¡Muy bien! entre los nacionalsocialistas).

    Lo que en la vida se pudre y envejece, nunca más vuelve a levantarse (Aplausos).

    Ha sonado su hora. Y solo porque nosotros vemos los apuros de Alemania y la necesidad de una vida nacional, apelamos en esta hora al Reichtag alemán para que nos conceda lo que, de todas formas, hubiésemos podido coger (Ovación entre los nacionalsocialistas).

    Por el derecho lo hacemos y no porque estimemos demasiado el poder, sino porque así podremos encontrarnos con aquellos que aún hoy están separados de nosotros, pero que creen en Alemania (¡Bravo! entre los nacionalsocialistas). Por mi parte no quiero caer en el error de solo excitar a los enemigos en lugar de aniquilarlos o reconciliarlos (¡Bravo! entre los nacionalsocialistas). Quiero darles la mano a aquellos que también sienten a nuestro pueblo, aunque por diferentes caminos y de otra manera (Exclamaciones). Y no quiero anunciar una guerra eterna (Exclamaciones) no por debilidad, sino por amor a mi pueblo, para ahorrarle a este pueblo alemán lo que le destrozó en otras épocas (¡Bravo! entre los nacionalsocialistas y nacional alemanes).

    Pero no me interpreten mal. La mano se la doy a quien se compromete con Alemania. No reconozco el mandamiento de una Internacional (Exclamaciones).

    Yo creo que ustedes (hacia los social-demócratas), no han de votar a favor de esta ley, porque desde el fondo de su mentalidad, les es incomprensible el sentido que nos lleva a hacerla (Ovación entre los nacionalsocialistas). Y creo aún que no lo hacen ustedes convencidos de que somos lo que vuestra prensa proponga en el extranjero (¡Muy bien! entre los nacionalsocialistas).
    Solamente les puedo decir una cosa: No quiero que voten a favor, ¡Alemania ha de ser libre pero no gracias a Ustedes! (Larga ovación y gritos de ¡Heil!).

    Fuente: Adolf Hitler, discursos entre 1933-1938.

    Esta ley fue muy importante ya que permitió a Hitler proclamar leyes sin la participación del parlamento, dejando fuera diversos artículos de la constitución de Weimar. Se hizo para solucionar los problemas que acechaban al pueblo y estado, derogándose automáticamente el 1 de abril de 1937. Se puede decir que fue un discurso de vital importancia en el que el SPD caería frente a los demás grupos. Hay que destacar que el partido comunista había sido prohibido unos 20 días antes.

    Me ha llamado la atención la manipulación que se hace en wikipedia de este discurso:

    «Otto Wels -presidente de los socialdemócratas- proclamó: Nosotros los socialdemócratas nos comprometemos en esta hora histórica a los principios de humanidad y justicia, de libertad y socialismo. Ninguna acta habilitante lo habilita a Ud a destruir ideas que son eternas e indestructible». Mirando directamente a Hitler, agregó: «Uds. pueden quitarnos la libertad y la vida, pero no pueden privarnos de nuestro honor. Estamos indefensos, pero no desgraciados» .- Hitler se enfureció y respondió gritando: «Uds. ya no son necesarios.. la estrella de Alemania se alzara y la de Uds. se hundirá. La hora de su muerte ha sonado».

    Wikipedia, al servicio de la falsificación de la Historia, al servicio de la Internacional.

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