CARTA A FELIPE VI DE ESPAÑA

Como dueño de mi mismo y sin perjuicio de los demás, declaro ante mi y ante mi ente digital que me nombro por mor de mis acaudalados méritos (pobre de solemnidad) en mi vida real y por mis pobres deudas (rico por dispensación), me autoproclamo con todos mis derechos y deberes: Barón del Ámbar.

Al ser la ley y la justicia dos gemelos separados por el destino, la primera que me persiga, la segunda que me aclame y sea guiado ante la ley con la justicia legítima de quien nace igual ante la ley y desigual ante la justicia, por ese motivo me proclamo ante esta última como convenga a mi conveniencia el título que crea conveniente y me merezca por motivos propios y ajenos a mi persona. Uno por ser jurídica y el otro por nacer cuando y donde no pedí.

El hombre es compatible con su «bipolaridad», incongruencia e imposibilidad de seguir dos caminos a la vez sin confrontar un no-estatus interdependiente de uno mismo, por tanto, al ser mi persona Republicana y vivir en una Monarquía, no tengo más remedio que incorporarme a esta con todas sus consecuencias, es por tanto este, uno de mis méritos para dicha proclamación y nombramiento.

Si me quieren monárquico, seré Barón, si no, me borren mi estado personal de esta nación llamada España.

Por tanto podéis hallarme en mi Hacienda de la Esperanza o en mi Cortijo de la Justicia Social. Espero al BOE, a Felipe VI o a quién quiera que sea recibido (y bien) en estas mis posesiones, que bien ganadas y conquistadas ofrezco a los ciudadanos (antes pueblo) a verlas y a disfrutar en estas estancias que las dispongo a la nación a la que pertenezco, que es España.

Toda persona tiene derecho a una interpocisión si se siente perjudicada personal o institucionalmente en el plazo de treinta (30) días naturales, con lo cual y en dicho tiempo si así no ha sido, el título de Barón, caerá ante la justicia en mi persona.

Sin más y con todo el respeto a las instituciones del Estado y a todos los ciudadanos de la nación, así será, transcurrido este tiempo.

Por tanto me nombro a mi, en nombre de la Monarquía y para mis descendientes todos, Barón del Ámbar.

Y que conste, que no soy nada presuntuoso, pues podría haberme proclamado marqués o duque, pero considero que barón queda bastante elegante y ecuánime a la proporcionalidad de los que algunos podrán llamar usurpasión, y por si la ley me persiguiera, no tendría pena de prisión, al ser el hurto de menor consideración. Esto la Ley. La Justicia me da por hecho y por derecho de por vida la baronía. Así sea.

                                                                                    Firmado: Barón del Ámbar.

UNSER KAMPF (Nuestra lucha)

Mi_lucha_1 En 2016 expiran los derechos de autor de «Mein Kampf» (Mi lucha)* y la editorial francesa Fayard lo va a publicar. Estará acompañada de un prólogo, que ya sabemos o intuimos lo que va a decir, que si es un documento histórico de un «loco» y como siempre, los judíos son unos señores angelicales…, estos prólogos hacen más daño que la misma obra por una sencilla razón: la obra no miente, los prólogos sí. Pensarán estos «catedráticos» que una mentira piadosa merece la pena, ¿pues qué más da?, si la «estafa» está ya en nuestra mente, ¿para qué tumbar un mito, el mayor del siglo XX?, ¿para qué destruir las ruinas de un «monumento» semiótico que está construido ladrillo a ladrillo en las cabezas humanas?

Sería una barbaridad, un acto salvaje al estilo del Estado Islámico destruyendo ruinas por doquier. Aunque en aquella ruina psicológica, a modo de andamio se sustituya la Verdad por un concepto no real pero que merece la pena preservar y conservar. Así es la arqueología mental, una vez construida, es inmoral destruir traviesas que mantienen un edificio diluido en venganza.

Dicho esto, aconsejo leer la obra con los ojos y el espíritu limpio y estos prólogos leerlos «con pinzas», pues intentan reconstruir la mentira más grande orquestada por tan pocos pero aceptada como acto de fe, un acto histórico al cual, si lo rebates con datos, puedes acabar en la cárcel en esta Europa edificada con adobe de mala calidad, a conciencia. Claro que me estoy refiriendo al «holocausto judío», que sólo haciendo números, se cae por su propio peso. ¿Cuántos judíos había antes de…? ¿Cuántos sobrevivieron? Y ¿Cuántos quedaron? Hay censos. Sumen y resten y verán que son unas cifras que no aguantan una revisión. Pero ellos siguen, y siguen, y con pilares virtuales consiguen esta obra colectiva con millones de cimientos para el edificio desde el cual, como Torre de Babel «implosiva», construyen un pozo, un habitáculo para la mentira. Mi_lucha_2

Bueno, dicho esto, ¿el libro es uno más? ¿Histórico, biográfico, político, aventurero, económico, psicológico, futurista, preventivo, novela, propagandístico, causal, casual o simplemente un libro? Me quedo con lo último. Esto es importante, pues un libro puede tener la influencia o importancia que cada cual quiera darle.

Hemos dicho que el libro «es verdad», La Verdad no existe pues hay tantas verdades que no es posible hablar de ella con mayúsculas, eso es parte de las religiones y esto está dentro de cada individuo al igual que una lectura individual sin prejuicios. Ahí no se puede prologar. Cada persona realiza a posteriori su versión. Un libro es un tejado de pensamientos y la idea que cada cual tenga son los planos del edificio. La casa se construye y se mantiene con los muros intelectuales colectivos enfilados a mantener la idea que el libro expulsa y retiene al mismo tiempo, el poder que emana de un libro. Un libro perseguido lo multiplica por dos.

Y este es un libro perseguido. Unos para desvirtuarlo y otros para leerlo. Desvirtuarlo, al modo sacerdotal, que te dicen lo que significa cada párrafo, como si los demás no tuviéramos capacidad para entender lo que leemos. Y sin querer, lo convierten en biblia. La «religión del libro», persigue un libro. Saben el poder que tiene un papel negro sobre blanco, y ya que no lo pueden destruir, construyen con «piedad» lo que como planta crece «natural», imparable, buscando el sol, el intelecto de cada cual.

Símbolo, religión, mito, falsedades constituyen estos prólogos de la obra. Se invierten los roles. Aquel es ficción y esta relata la realidad. Como la vida misma, como quieren que sea y la veamos.

Cada uno con su conciencia, cada cual que arrastre los «muertos» virtuales que sumados hacen el mito de una ficción. Si el mito es ficticio o no, hay que darle prioridad a la veracidad que tiene la construcción y sus materiales plasmados en el libro y este puede convertirse real en el complejo mundo de «la línea roja».

Pasen y anden por el alambre, lean sin prejuicios y posean el vértigo de la caída. Caigan del lado que caigan dará lo mismo, pues por debajo de la cuerda no hay muro ni pared y todos iremos a parar al mismo lugar: un sillón y un libro, nada más y nada menos.

Un simple libro. Y esto no es poco.

Y ya que hemos llegado hasta aquí, en un contexto donde con la «democracia» cada vez poseemos menos libertad, menos derechos, menos poder adquisitivo, no está más decir que esta forma de gobierno se está convirtiendo en un arquetipo, irreal, intocable, con su casta sacerdotal, como druidas, dando lecciones de moral e impartiendo justicia… pues sin ser racista diré que la raza, al menos simbólicamente, será de lo poco que nos quede en un futuro, pues a base de robarnos todo lo que poseemos, también quieren nuestra sangre, como un ritual sangriento y sacerdotal para darle el sacrificio a su dios.

* Es uno de los libros más leído.

G.R-M.

Don Otancredo y Doña Marussia (Cap. 1)

Pastel_1Había un pastel que era todo un reino. Con rey propio. En el convivían el azúcar moreno y la azúcar blanca, la crema, la canela, los huevos, y todo tipo de ingredientes que mantenían al país en pie. Dentro, unos subían y otros bajaban, el que viajaba a su interior a probarlo quedaba maravillado de sabores que una vez probado cambiaban de gozo y explotaba en el gusto un sin fin de extrañas proporciones que por irresistible, era menester dar un solo bocado a cada visitante. Era la única forma que el reino perdurara. Los visitantes querían siempre repetir pero las leyes del pastel eran muy rígidas en este tema.

A veces había discordia entre los ingredientes pero la mano dura del rey aplacaba los ánimos de venganza y los reproches de quién le daba mayor dulzura y consistencia al reino. Pastel_2

Otancredo no era un turista más. Quiso repetir. Fuerte, orgulloso, fiero, altivo, había visitado todo tipo de pasteles y era especialista en su cata. Eso decía a todo el que se encontraba en su camino. A los oídos del rey llegó noticia de su entrada. Otro pastel había conseguido comunicarse para decir que el turista en poco menos de un año había hecho desmoronarse al reino que llevaba en pie cientos de años. Y no crean, no era nada fácil mantener un país tierno tanto tiempo. De padres a hijos hacían maravillas para ser un verdadero pastel de repostería.

Otancredo comió su porción y esperó. El rey le puso de escolta dos azucarillos y les decía después de un año, que aun estaba degustando tan rico bocado. Hasta que le dijo a uno de ellos que quería conversar con el rey. Este accedió a regañadientes, pues ya estaba avisado y no para bien. Dio consentimiento. Algo le decía por dentro que su pastel iba a ser troceado. Tenía esa intuición. A un antepasado, muy lejano en el tiempo el Duque de Gula masacró al condado del Sabor, y este linaje sobrevivió porque un hijo suyo estaba visitando el reino del Horno para aprender el grado perfecto de calor. Nuestro rey del pastel, es su antepasado. Otan2

Otancredo tenía sus planes bien dispuesto para que el rey y su pastel tuviera una negativa por respuesta pero en realidad lo que quería aquel era que se la diese, pues el plan iba un paso por delante…

La Asamblea pastelera gritaba:¡¡¡»menudo pastel»!!!

Seguirá…

G.R-M.

SI(BE)RIA. Diágolo libre

To BE or not to BE, that is the…

¿Así andamos aún? No se si reptilianos o no, pero a todos se les está poniendo cara de lagartos y lagartas. Debe ser por el sufrimiento de los demás, esa empatía que se desparrama por el mundo.

Europa no cabalga a Zeus, es el espíritu de Stalin quien la transporta a Creta pero esta se hundió con la Atlántida y ha de posarla en algún lugar de «La Mancha».

Siria, Cibeles, Afrodita o Astarté, cuatro diosas con la misma cara y un país dividido en cuatro. Dos «orientales», dos «occidentales» y dos semitas. ¡Pero eso suman seis! O restan. Porque el espíritu de Washington quiere cabalgar sobre un pollino y en la grupa va un judío, el otro semita es suní.

No te entiendo. Yo tampoco. Pues deja de escribir. Pues deja de leer. ¿A que te disparo letras? ¿A que te detono el alfabeto? Haya paz, hay palabras para todos. Pero no todos escriben tan mal como tu. Me importa la idea, el contenido. Son locuras ininteligibles. Por eso, sólo al loco de le da la razón en cuestiones irracionales. Estás peor de lo que pensaba. Así está el mundo. ¡Ah!, ¿entonces lo que quieres describir es una metáfora «globácea»? Pues ni eso te sale. A ver, contéstame, ¿Y Siria? Te he dicho que es una virgen. ¡Si, claro, y sin estrenar! No, abierta en canal. Ya no te aguanto más, apago tu blog. Pero antes, dime al menos que pretendes, ya que me has hecho perder cinco minutos. Alicia_tiempo

Crear un nuevo orden. ¡Anda que no eres antiguo! Además creo que te estás traicionando. Espera que termine… Un Nuevo Orden Moral. Eso ya lo dijo un tal Moyano. ¿Y qué? No puedo inventar nada futuro. Si este está escrito, sólo hay que leer. Tu lo que quieres es realizar la danza de la perdiz. ¿Ves como tu también has leído el futuro? No me hagas perder más tiempo. Estás perdiendo el futuro. Lo que tu pareces es un futurista, estéticamente, claro, porque estás más perdido que Alicia en el reloj de las maravillas.

Empieza la cuenta atrás del país. La Materia o el Espíritu. De un minuto, treinta segundos pertenecen a estos dos conceptos. Pero el tiempo se puede parar y sólo así ves el futuro, y este será de materia o de espíritu, dependiendo de la importancia que le des al tiempo y de la parte del minuto, por la que te decantes, los restantes segundos se lo das al espacio.

Definitivamente apago. De un lado tendrás la Sabiduría, del otro el Oro. Yo me quedo con lo último. Entonces monta en el jumento, aún caben tres. ¿Dónde dices eso? Arriba, escrito en el futuro. Seréis un trino. Eso me suena, ¿es pasado o futuro? Presente.

¿Y entonces quién es el cuarto a repartir Siria? ¡Hombre! déjale algo a Al-Assad. Pero entonces hay tres semitas. No, ese va con Irán, que es ario. Eres más antiguo que el hambre.

También lo es la Sabiduría Hiperbórea. ¿La qué? Lo innombrable «nombrable», al contrario que Yahvé. Definitivamente me voy. Pues definitivamente que tengas buen viaje. Y nos veremos en una parte del Reloj que parte en dos el País. ¿El de Alicia? Efectivamente, el de la Verdad. Hiperboria

Que sepas que esto es un diálogo de locos. ¡Ay amigo! ¿Y por qué querrán entrar en el manicomio de Siria? Eso es tu blog, un manicomio. Sí, pero de letras. De sopas. ¿Quita el hambre? Depende de la digestión. Yo estoy indigesto. Pues toma pastillas alfa y caga omegas. Que te den. Pues eso.

Ya me has hecho perder diez minutos. ¿De materia o de espíritu? ¡Mira, el tiempo es oro! Entonces no has entendido nada… Mañana te explico.

G.R-M.

TARTUS (Telegrama)

Putin_1 Vengo a darle la bienvenida a Rusia en el conflicto de Siria. Sin Assad Siria se «libianizaría». Occidente tendría que haber actuado hace unos cuatro años. No tendríamos esos refugiados. Todo se desplaza hacia Oriente. También Europa. Esta está «guiada» por una raza semita. La verdadera Europa ahora es Rusia. Muchos europeos estamos y nos identificamos con Putin. Razón sencilla. Hace lo que creemos justo. Justo lo contario de los que nos gobiernan en esta Europa. La Europa de ellos. No es la mía. No la reconozco. No creer la propaganda-noticia que nos dan: Las bombas de los «occidentales» no matan civiles. Las de los rusos muchos. Soy prorruso. ¿Y tu?.

G.R-M