Por Amy Mek
El hecho de que los profesionales de la salud que expresan puntos de vista disidentes sean atacados por juntas y asociaciones médicas activistas de izquierda es una tendencia preocupante.
El psicólogo belga Steve Van Herreweghe ha recibido una suspensión de dos años por sus declaraciones en las redes sociales sobre The Great Reset y el Foro Económico Mundial. Van Herreweghe tiene la intención de apelar la decisión tomada por la junta disciplinaria de la Comisión de Psicólogos, que es un organismo independiente responsable de proteger el título de psicólogo y tiene la autoridad para tomar medidas disciplinarias.
Van Herreweghe recurrió a Twitter para expresar su oposición a la suspensión, afirmando que el problema no se trata de su título, sino de la injusticia percibida de la decisión y el rechazo de su derecho a la libertad de expresión. Él cree que todos deberían tener derecho a expresar sus opiniones sobre asuntos relacionados con la salud pública y el bienestar sin temor a interferencias políticas o comerciales.
Van Herreweghe usó su plataforma de redes sociales para expresar sus preocupaciones sobre The Great Reset y el Foro Económico Mundial (WEF), que cree que son componentes de un esfuerzo mayor para establecer un «Nuevo Orden Mundial». Ha señalado a los virólogos Steven Van Gucht y Marc Van Ranst en sus publicaciones, refiriéndose a ellos como «rehenes narcisistas ordinarios, bien pagados, encargados por gobiernos títeres del FEM».
Van Gucht es un virólogo belga que ha sido una figura clave en la controvertida respuesta de Covid del país, mientras que Van Ranst es un destacado epidemiólogo que ha hablado abiertamente sobre la pandemia y su impacto en la sociedad. Ha abogado enérgicamente por los cierres y otras medidas para controlar a la población, lo que le ha valido críticas masivas por dañar la economía y las libertades de los ciudadanos.
The Great Reset, una iniciativa global propuesta por el WEF, es un complot siniestro para establecer un nuevo orden mundial de gobernanza global. Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del WEF, ha declarado abiertamente que las crisis, como la pandemia de Covid, presentan “oportunidades especiales” para el establecimiento de un nuevo orden global. Esto ha llevado a muchos a darse cuenta de que el Gran Reinicio tiene como objetivo socavar la soberanía nacional y las libertades individuales en la búsqueda de una visión tecnocrática del futuro.
Van Herreweghe también ha hecho declaraciones sobre otros temas, vinculando la crisis energética, la crisis económico-financiera, la guerra contra Putin, la crisis climática y la propaganda de identidad de género con el “Gran Reinicio”. Describe el movimiento transgénero como un «primer ejemplo de cuán alienada está la humanidad de su naturaleza más profunda». Advierte que la banalización de la sexualidad es una tendencia peligrosa que podría conducir a la normalización de la pedofilia.
Steve Van Herreweghe no es el único profesional de la salud en el punto de mira de sus respectivas juntas médicas por expresar puntos de vista que diferían de la narrativa principal. Los doctores canadienses Mary O’Conner y Jordan Peterson se enfrentaron y han tenido que luchar para mantener sus licencias.
En cada uno de estos casos, las juntas médicas activistas de izquierda y las asociaciones involucradas se han opuesto a las opiniones expresadas por los profesionales de la salud. Estas situaciones resaltan los desafíos que enfrentan aquellos que desean hablar en contra de la narrativa dominante en sus respectivos campos y las posibles consecuencias personales que pueden enfrentar al hacerlo.