LA PANDEMIA «FALÍTICA» CON VASELINA ENTRA

¿Qué nos han hecho? ¿Para qué?, y ¿Por qué?

Nunca jamás estuvieron de acuerdo todos los países al momento en una conducta a seguir al unísono. Está claro que el virus o el novirus no es la cuestión ni la solución. Había algo más. ¿El fin sería la vacuna? ¿También observar nuestro comportamiento si nos encerraban por tiempo indefinido e indeterminado? ¿Las dos situaciones conjuntas? Si el encierro hubiera fallado, la vacuna hubiera sido un fiasco, pues al descontrol del principio hubieran muertos los mismos por ejemplo en las residencias, aislados, moribundos y sobre dopados. Morir de tristeza.

¿Quién metió los virus en las residencias si estábamos todos encerrados? ¿Las auxiliares de estas, los repartidores de alimentos eran los únicos contaminados del virus? Cómo ven, la farsa estaba clara desde el principio. Pero ¿Por qué y para qué? De momento miedo, terror, tenía que ser inyectado.

Mi conclusión y temor es que nos han metido vaselina añadida con productos para que la penetración no duela. Esto es, que no sé si ya nos han metido el gran falo o todavía queda por perforar nuestro cuerpo y nuestro mundo.

Las vacunas ya son una forma de violación simbólica y sintética.

O ya pasó todo, o todo está por venir… Ese es mi temor y mi consuelo lacerado.

El cuerpo es el último reducto de libertad, es el átomo moral y espiritual del norte, sur, este y oeste. En estilo más macarra derecha o izquierda, y depende de nuestra visión meridiana, lo digo por el norte y el sur, ¿Tornillo o tuerca? Me da igual, no queremos más vaselinas ni ungüentos (o uncuentos) de esa clase.

G.R.M.

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