…que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece,…
Insuperable. Cualesquiera que escribimos, nos sentimos superados por una larga sombra proyectada por palabras enlazadas que nos embrujan sin pócima alguna. Sin vaselina entran estas icono-ideas idealizadas sin un programa político. Tal cual, sin empujar, naturales y pidiendo guerra en paz, una entropía como la misma naturaleza.
¿Y a qué viene todo esto? Pues no lo sé. Necesitaba decir algo de política y miren por donde he salido. Y lo peor es que con todos los cambios que se están produciendo, no me sale nada, ¿y saben por qué? Miro la cara en los informativos de los nuevos representantes del pueblo y veo en sus caras -quizás por la carrera que a todos les lleva hasta allí- una pátina de teatro, de libro, de cine, de circo, de cartón piedra, de ilusión, pero no de la del mañana sino de la que vislumbra en un espectáculo, gusta, el personal aplaude, conversan qué grandes creadores poseemos pero el teatro, el libro, el cine, etc., se cierra y hasta mañana.
No es el futuro, es un engaño perpetrado para gustar y repetir si es necesario, si te gustan las sagas de la serie, pero no hay nada más. Todo está enlatado, se grabó hace tiempo y se editó con un poco de aventura para coincidir lo máximo con la actualidad y ver la sombras del pasado pero sin figura que siga el presente y el futuro.
Así veo a los políticos.*
La farsa de la farsa. El qué queréis que se os dará. Pan y circo. Para ellos lo primero, para los demás -como espectadores- lo segundo.
Palabras hay, que no son los hechos los que se escriben, pues todo sería entonces literatura y de esta tenemos mucha, variada y de una calidad exquisita. Lo que le falta a la política.
Camina. Que tus huellas la interpretarán otros y las pondrán negro sobre blanco, aunque a veces se escribe en color rojo sangre y tus pasos se borrarán por los caminos que te hacen llegar al poder.
G.R-M.
*Por respeto a Cervantes, no voy a ilustrar con ninguna foto de políticos salientes y los por venir. Obsérvenlos en su casa. Mírenlos y piensen. Se abre el telón. El defecto no es la ilusión, es la teatrocracia. El fin. THE END.